Una de las cosas que cambió la pandemia en todo el mundo fue la manera de trabajar. España, un país con poca tradición de trabajar en remoto, tuvo que adaptarse rápidamente a la nueva realidad e implementar el teletrabajo para poder seguir siendo productivo. Esta vez, desde casa.

Y mientras que algunas voces apuntaban que el teletrabajo había venido a España para quedarse y con fuerza, otras muchas eran escépticas. 

Y la realidad es que parece que las voces escépticas tenían razón. Si lo comparamos con la Unión Europea (24% de teletrabajo), España aún está en bajos porcentajes, un 15,5%. 

De hecho, según Eurostat en 2019 el número de personas ocupadas de entre 20 y 64 años en España que teletrabajaban era del 8,4%, pasando a un 15,2% al año siguiente, el del inicio de la pandemia. Pero en 2021 sólo se incrementó 0,3 puntos, pasando a un 15,5%, lo que demuestra un estancamiento de este tipo de modalidad de trabajo.

Y los últimos datos del INE confirma el decrecimiento. Según el Instituto Nacional de Estadística, solamente un 14% de ocupados teletrabajó en 2022.

Otro de los datos que refleja el INE es que 1 de cada 3 personas que teletrabajó lo hizo todos los días, aunque la media es trabajar online 3 días a la semana.