“El arte del descanso es una parte del arte de trabajar.”, decía John Steinbeck. Y no le faltaba razón. Saber descansar y desconectar del trabajo es esencial para mantener una buena salud emocional y física. Necesitamos tener tiempo para nosotros mismos, para nuestros familiares, amigos, pareja… y también tiempo para no hacer absolutamente nada.

Cuando no había herramientas digitales y el trabajo se realizaba principalmente en un sitio físico y fijo, para empezar a desconectar bastaba con cambiar la localización de tu día a día. De la oficina física a cualquier otro lugar. Hoy en día, tanto con los dispositivos conectados como con el teletrabajo, hemos hecho de nuestra casa un entorno parcialmente laboral y de nuestro móvil una herramienta más de trabajo.

Con estas premisas, intentaremos ayudarte a desconectar del trabajo durante tus vacaciones con algunos consejos:

1. Intenta dejar los asuntos laborales lo más cerrados posible: si has dejado algo importante (o no) como pendiente, es posible que durante las vacaciones tengas la tentación de pensar en ello para tratar de resolverlo, aunque sólo sea mentalmente. Dejar las cosas cerradas ayudará a sentirte más tranquilo. Pero si has dejado algo pendiente, no pasa nada, todo el mundo tiene derecho a unas vacaciones y seguro que puede esperar.
2. Ten confianza para delegar: seguro que hay personas en tu equipo que pueden seguir haciendo lo que estabas haciendo. Por lo tanto, aprender a delegar te servirá tanto para el día a día como para momentos de desconexión. 
3. Desconexión digital: tener el correo corporativo en el teléfono móvil personal es algo habitual. Y recibir las notificaciones, también. Por eso es importante desinstalar la aplicación o bien desactivar las notificaciones. De hecho, también recomendamos una desconexión digital general, fuera del apartado propiamente laboral. Ya pasamos suficiente tiempo con el móvil mientras estamos en rutina.
4. Piensa en el presente: hay personas que cuando están en periodo de vacaciones ya piensan en el día en que se van a acabar. Trata de disfrutar el momento, aún quedan muchas horas y muchos días por delante. Relájate.
5. No hay prisa: a veces, queremos vivir las vacaciones con el mismo ritmo frenético con el que afrontamos el día a día. Busca tu propio ritmo vacacional, en el que te sientas más cómodo/a e intenta adaptarte a él. Y, de verdad, seguro que no hay ninguna prisa. Si te apetece alargar los momentos, alárgalos. Si te apetece acortarlos, hazlo también. No tienes un horario que cumplir.
6. Aléjate del entorno laboral físico: ir lejos del lugar de trabajo -que puede ser la propia casa- no significa irse a Tailandia o a Grecia, necesariamente. Se trata más de cambiar el ambiente físico habitual, para que no te recuerde al trabajo. Y eso se puede dar incluso dentro de tu propia ciudad. Busca entornos que favorezcan la desconexión y céntrate en ti y en disfrutar.

Estos seis consejos sirven para las vacaciones, pero es importante también aprender a desconectar cada día mientras no se está en horario laboral. De hecho, según nuestro compañero de NUVA y psicólogo, Marc López, más que desconectar deberíamos usar la expresión conectar. “Durante el tiempo libre, sea o no período vacacional, hay que dedicar tiempo a conectar con nosotros mismos. Aprender a hacerlo acabará repercutiendo muy positivamente en nuestro entorno personal y laboral, con menos estrés y más capacidad de concentración”, nos explica Marc.